El dinero de la Guerra Fría está en los Nets
Pocas veces en la historia del deporte norteamericano una franquicia ha conseguido el impacto logrado por los Brooklyn Nets de la NBA en esta, su temporada de debut en Nueva York. Si bien la marcha del equipo comenzó titubeante –por debajo de los deseos de sus dueños, que acabaron despidiendo en diciembre al entrenador Avery Johnson y promocionando a P.J.Carlesimo desde su puesto de asistente, quien ha enderezado el rumbo del equipo– la mudanza realizada este verano desde Nueva Jersey, manteniendo el apellido Nets pero modificando radicalmente todo lo demás –camiseta nueva, logo nuevo, colores nuevos, e incluso un parquet diferente al del resto de la liga…– ha añadido un aliciente deportivo más a la liga de baloncesto más importante del planeta. Y sobre todo, económico.
La jugada se definió en 2009, cuando la mayoría de las acciones de los New Jersey Nets cambiaron de manos. El ruso Mikhail Prokhorov, uno de los hombres más ricos de Rusia y entre los cien primeros de la lista de mil millonarios de Forbes, se hizo con el 80% del equipo (el resto se lo reparten varios accionistas, entre ellos el rapero más famoso e internacional de Brooklyn, Jay-Z que tiene el 1%) y se convirtió en el primer no estadounidense en ser dueño de una franquicia de la NBA. Prokhorov invirtió 200 millones de dólares en esa participación y prometió un préstamo de 700 millones más para impulsar el proyecto del nuevo estadio para los Nets (del que hoy es propietario en un 45%), una idea gestada en realidad cinco años antes por el constructor Bruce Ratner, que compró el equipo en 2004 con la idea de trasladar la franquicia a NuevaYork, ciudad en la que comenzaron los Nets su andadura en la NBA, allá por 1976 (el equipo nació como New Jersey Americans en 1967, se convirtió en New York Nets en 1968,y se mudó a la otra orilla del río Hudson en 1977 para asentarse como New Jersey Nets hasta 2012).
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